Hace sólo un par de días, el presidente Barack Obama en un claro movimiento propagandístico de cara a las elecciones presidenciales, llamó al Congreso a aprobar su plan de presupuesto de más de tres billones de dólares para 2013 en medios de duras críticas de la oposición republicana. En un guiño a la clase media, el proyecto pedía que los ricos tributaran más, donde el sueño americano no saca de la pobreza a 47 millones de personas. Hoy hay tres millones de desempleados más que cuando Obama ocupó la Casa Blanca que se unen a los diez ya existentes, para sumar la cifra más alta dese 1982.
En el discurso de lanzamiento de su proyecto económico, Obama dijo:
Se trata de hacer elecciones justas que beneficien no sólo a la gente que le ha ido fantásticamente bien en las últimas décadas, sino también a la clase media.
Y necesita del apoyo de estas personas que ven como su realidad ha cambiado de la noche a la mañana y la pobreza ha invadido sus vidas. Por poner un ejemplo, Miami fue catalogada por la revista Forbes como “la ciudad más difícil para vivir en EE.UU.”, tomando en cuenta una evaluación a partir de sus delitos violentos, tasa de desempleo, ejecuciones hipotecarias, impuestos a la propiedad y a los ingresos, precios de la vivienda y corrupción política. Miami recibió la peor calificación debido a su índice de delitos violentos, uno de los más altos del país, así como las altas tasas de desempleo y ejecución hipotecaria. Otras dos ciudades del sur la Florida, West Palm Beach, en cuarto lugar, y Fort Lauderdale, en el séptimo, también están dentro de las diez peores en todo el país.
En la Florida también está el campamento más grande de tiendas de campaña de todo el país, recurso al que han debido aferrarse los que no tienen trabajo, o ganan tan poco que su salario no alcanza para pagar una vivienda, cuyo valor ronda los $169,000 como promedio, muy mala noticia para el 47% de los propietarios de vivienda en Miami que ven como el costo de su hipoteca se va muy por encima del valor de sus casas.
Por lo menos en Cuba existe la falsa impresión de que sólo las personas que no quieren trabajar viven en estas condiciones de pobreza, pero hasta hace muy poco tiempo, un buen número de ellos pertenecían a la clase media y eran propietarios de sus viviendas.
Aunque el ubicado en la Florida es el más grande de los campamentos, no es el único, ya que existen otros dispersos por 55 ciudades de los Estados Unidos. Por doquier se ven personas sin hogar, incluso junto a las autopistas, gente viviendo en túneles y bajo puentes.
Lo más triste es ver como en el país que se dice campeón de los derechos humanos, donde los programas de la televisión nos muestran como se preocupan por los derechos de los animales, una niña declara ante las cámaras que su madre ha tenido que comer ratas para sobrevivir. Cuidado, no sea que para colmo de males la acusen de maltrato animal.
Con información de BBC
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