Harry Potter VIII: “La tienda de chucherías”

Confieso que nunca he sido un gran fan de Harry Potter, no perseguí sus libros siempre difíciles de conseguir, ni me desvelé por las ocho entregas cinematográficas. Por eso, aunque disfrute las películas, no se me vino el mundo abajo cuando se terminó la saga; ni me sumé a las críticas a J. K. Rowling cuando decidió cerrar la historia del estudiante de Hogwarts. De hecho, pensé que entraría en un período de reposo mediático que la llevaría a consolidarse aún más como un ícono generacional, pero no podía estar más equivocado.

Y es que ya han encontrado una forma más de que la franquicia de Harry Potter siga generando mucho dinero a costa de sus fanáticos: La poderosa Warner Brothers, contrario a la costumbre de demoler las locaciones una vez que cumplen su cometido, ha convertido los Studios Leavesden en Hertfordshire, Reino Unido, en los cuales se rodaron los ocho filmes de Harry Potter, en un gigantesco museo temático que los fans podrán recorrer por el “módico” precio de 133 dólares el núcleo familiar de cuatro personas.

Aunque los organizadores de la empresa han afirmado que el objetivo del Tour es revelar:

(…) el velo de misterio que hay sobre los escenarios utilizados. Y también es cuestión de mostrar hasta dónde llegó la magia del cine.

Los altos precios de muchos de los productos que se ofrecerán a los visitantes a lo largo del recorrido ya han levantado la suspicacia de unos cuantos, que incluso en la vieja Europa, consideran que los tiempos que corren no están como para gastar el dinero en boberías y réplicas de attrezzo. Algunos de los productos que se ofertarán son increíblemente caros para el bolsillo del visitante común. Así, una reproducción de un vestido de gala utilizado por Hermione – personaje interpretado por Emma Watson – cuesta 386 dólares, una escoba voladora Firebolt tiene un valor de 399, mientras que si alguien desea vestir como el profesor Dumbledore’s deberá desembolsar 793 de los verdes…. Casi nada.

Con información de la BBC.