Siempre supe que un día llegaría… la primera vez que oí hablar de ella sólo fue un fugaz vistazo a un e-mail que pedía bajito comenzar en ella, no sé por qué la idea me atrapó desde ese momento, ahí me convencí de que la estaba esperando y que por un buen tiempo estaría unida a ella, como parte de ese cordón umbilical que la alimentaría. Y solo levanté la mano y dije como el burro de Shrek….¡Pregúntame! ¡Pregúntame!.
Los trastazos, choques y naufragios comenzaron por montones, hasta que poco a poco, paso a paso, gota a gota, me apropié de ella, la ocupé, la hice parte de mí, ya no la solté más, ni para dormir, pues no han faltado las noches de sueños y pesadillas, enredada en esa gran telaraña, sin poderme zafar.
La idea de interactuar con ella me fascinaba, cada día me gustaba más, en verdad me enamoré de ella, pues encontré esa motivación que hace tiempo estaba buscando, sólo con pensar que desde cada rinconcito de esta islita pequeña y a la vez grande, se construiría el conocimiento entre todos, desde cada lugarcito de Cuba y para todo el mundo, como cosa de magia. Y así fuimos creciendo, ella y yo, primero colaboradora, luego moderadora y de veras, desde esta esquinita donde trabajo, me sentí grande, gigante.
Cada hecho, fenómeno, proceso, lugar, hecho histórico, personajes, personajillos quedaron fotografiados y argumentados en ella. Siempre la comparé con algo grande, como una olla gigantesca, como lo enciclopédico donde cabe todo, lo universal, lo lindo y lo feo, lo agradable y desagradable, lo revolucionario y contrarrevolucionario, en fin donde todo se revuelve y cocina, para obtener algo agradable, rico, como ese ajiaco cubano que a la mayoría de los genuinamente cubanos nos gusta y que en todo julio y septiembre en el barrio cocinamos entre todos y que siempre le cabe algo más.
Recuerdo aquel 14 de diciembre de 2010, el lanzamiento oficial en toda Cuba, locales llenos, todo full, niños, estudiantes, profesionales, instituciones, varias caras donde no cabía el asombro, los criticones, claro, ¡a criticar!, pensaron que no llegaríamos. A la hora fijada, silencio total, la mayoría se enteró allí que existía, que ya “caminaba” por la red, que ya daba “pasitos”, que “vivía”.
Cuántos encontronazos prósperos, cuántos consejos, indicaciones, peleas de frente, a campo abierto, pero sin enemigos, construyendo para todos,
Que gratificante cuando a un año del lanzamiento, cuando se celebró el primero aniversario vimos caras alegres, felices, escuchamos experiencias de niños, jóvenes, estudiantes, maestros, profesores, padres, sobre la utilidad que ha tenido, de lo que ha aportado, de los problemas resueltos.

Hoy es común hablar de Ecured, cien mil visitas diarias recibe el sitio; unos para colaborar y muchos para consultar
Sé que los escépticos que no creen en nada han tratado de buscarle manchas, pero también con esto la han hecho grande, solo con pensar en lo que dijo Martí me rindo:
el sol quema con la misma luz con que calienta. El sol tiene manchas. Los desagradecidos no hablan más que de las manchas. Los agradecidos hablan de la luz.
Me permito llamarla Querida, cuánto nos ha enseñado, a cuántos ha capturado y ha hecho más sabios bajo tu manta, para mí ha sido la gran escuela, la oportunidad de crear sin límites, de abundar, de dar a conocer la realidad de cada pedacito de Cuba y del mundo desde nuestra óptica, sin ser una carga, ni una meta, sino un destino. Sé que cuando pase el tiempo cuando esté en otra etapa de mi vida recordaré estos años como los que más me han aportado a mi vida profesional, por la variedad de conocimientos que me has nutrido, me has enriquecido, me has hecho crecer.
SEÑORA ECURED, mis respetos, perdurarás en el tiempo como un proyecto grande, limpio, vivirás como la Revolución… a pesar de todo.
Tomado de La Patria Chica
1 comentario
Es lo mas maravilloso para nosotros los cubanos el tener esta poderosa arma llena de conocimientos y sabidurias . EcuRed ha sido y es el mas priciado de los libros con que podamos contar.