
Chávez, entonces oficial de las Fuerzas Armadas, durante los sucesos del Golpe de Estado de febrero de 1992
El 4 de febrero de 1992 el pueblo venezolano fue participe de una rebelión cívico-militar que, aunque no cumplió sus objetivo de acabar con el corrupto gobierno constitucional, marcaría el destino de esa patria americana y llevaría al poder 8 años después a las masas revolucionarias y populares con el actual presidente Hugo Chávez como guía de los destinos de la nación.
La gran mayoría de los jóvenes patriotas que se alzaron en armas contra el entonces presidente Carlos Andrés Pérez eran miembros del Movimiento Bolivariano Revolucionario – 200, el cual había sido creado en 1982, año del bicentenario de Simón Bolívar, por soldados patriotas de las Fuerzas Armadas de Venezuela que habían decidido establecer un nuevo gobierno nacional, donde las masas populares se sintieran representadas y tuvieran oportunidad de participar en la vida socio-política de la nación y no fueran reprimidas por sus propios militares como estaba sucediendo en eso años.
La Rebelión del 4 de febrero puso en jaque a los partidos políticos de entonces y le demostró al pueblo que la ideas revolucionarias del Bolívar estaban vigente entre los soldados patriotas venezolanos. Militarmente la rebelión fue un fracaso pues no se pudo cumplir su objetivo principal, el cual era apoderarse del gobierno y establecer una junta cívico-militar popular, pero popularmente fue una gran victoria pues puso al descubierto la frágil y destruida democracia venezolana, recibió el apoyo de la población venezolana, la que aplaudió la rebelión y victoreo a los participantes en la misma como si fuesen héroes nacionales. El líder de los rebeldes, Hugo Chávez se convirtió en un personaje popular, capaz de sacar a Venezuela del laberinto en el cual se encontraba a causa de los malos y corruptos gobiernos de entonces.
El 4 de febrero fue el inicio de la chispa revolucionaria, el Día de la Dignidad Nacional, el día en que las ideas independentistas de El Libertador se sintieron más presentes que nunca. El 4 de febrero significó el inicio del nuevo camino independentista y soberano del pueblo venezolano, el camino hacia su segunda y definitiva independencia.