
Fidel Castro ejerce su derecho al voto.
Las elecciones realizadas este domingo 3 de febrero en nuestra querida Cuba fueron un ejemplo de nuestra democracia socialista. Un ejemplo del respaldo de nuestro pueblo a su Revolución. Un respaldo que se ve en la participación activa de los ciudadanos los mismo que eligen a sus candidatos en la base, en su barrio, no por el dinero ni las promesas sino por sus cualidades revolucionarias y humanas, por la ayuda brindada en cada momento, por ser tan humildes como ellos y vivir junto a ello los problemas del día a día.
Este domingo el pueblo eligió a sus diputados a la Asamblea Nacional y a sus delegados a la Asamblea Provincial. Quizás no los conocían personalmente pero si sabían de sus méritos, los mismos que habían sido divulgados por la prensa nacional y en panfletos, pero a diferencia de los países “democráticos” aquí los candidatos no hacen campañas electorales ni gastan el dinero del pueblo en anuncios publicitarios, aquí los candidatos salen de los delegados de zona que antes había elegido el propio pueblo en su pleno derecho a la democracia socialista.
El apoyo popular a las Elecciones del 2013 en Cuba son una demostración de que el camino elegido en 1959 es el que desean las masas, perfeccionarlo para adaptarlo a nuestros tiempos es una demanda del pueblo, pero desviarse de él es una traición al pueblo. Por eso votamos, por eso vote, no tanto por elegir a un asambleísta nacional o provincial, sino por el derecho que tengo de acudir a las urnas, por las razones que tengo para defender mi sistema, por la oportunidad de decirle a nuestros líderes que pueden contar con mi apoyo para seguir haciendo revolución en esta pequeña, libre y socialista, isla caribeña.