Los dioses mueren jóvenes. Pero lo seguimos teniendo con nosotros, derramando en los cuatro vientos de la Isla. Esto, que parece un tópico, es una verdad simple. Recuerde el lector, y díganos: ¿Ha olvidado usted a Corona, el grande y magnífico Manuel? Lo enterramos una tarde con música y canciones, como él pidió; dejamos su …